¡¡¡ PILAR SORDO !!!

DAR GRACIAS


Si cualquier persona ve el título de esta columna diría, ¡que obvio! Todos estaríamos de acuerdo en que es algo que hay que hacer, que es de buena educación, y seguro pensaríamos que es una palabra que la decimos muchas más veces al día de lo que en verdad lo hacemos.


Si les pregunto a ustedes qué cosas agradecen al final del día, estoy casi segura –y ojalá me equivocara– que no serían muchas, y el argumento, que probablemente tuvieron un día común y corriente.


¿Qué es un día común y corriente? Un día en el que despertamos, tenemos gente que nos expresa cariño y es amable con nosotros; un día en el pudimos trabajar en algo y aportar para hacer este mundo un poco mejor; un día que a lo mejor fue difícil, pero logramos aprender algo de la vida y terminamos la jornada siendo mejores personas.


Un día común y corriente siempre trae escondido muchos milagros y regalos que tenemos la oportunidad de ver, y por lo tanto, maravillarnos con las sorpresas de la vida y ser capaces de agradecer todo ello desde el corazón.


Quiero invitarlas esta semana a dar las gracias por todos los regalos del día, a hacer el ejercicio conciente de mirar lo simple, lo ciego desde lo cotidiano, eso que no tiene valor económico pero que nos puede cambiar el día o, por lo menos, la sensación de éste.


El agradecer el cariño, la sonrisa, un gesto amable, una rica ducha, el olor a pan tostado, entre tantos regalos maravillosos que recibimos todos los días.


Un rico plato, el sol en nuestra cara, una caricia, el que la micro aparezca justo cuando llegamos al paradero, el no encontrar cola en el banco, etcétera.



Aprendamos a dar gracias, ¡seremos más felices!